Yo confieso que se me ha quemado hasta una Agua de panela

Posted: martes, 23 de marzo de 2010 by Giovanni Hernandez V. in


Hoy recibí la propuesta de escribir acerca de la relación entre el hombre y la cocina, un tema bastante complicado de tratar ya que puede herir el ego de algunos cocineros que piensan que son expertos, o hacer sentir mal a algunos que como yo, hemos quemado hasta un agua de panela, y no es necesario que se vean por Discovery los Cazadores de Mitos para que me crean.

Profundicemos en el hecho de que si es posible quemar un Agua de panela, ya que por alguna razón que desconozco, después de un buen tiempo de hervir se solidifica hasta el punto de quedar como un carbón duro dentro de la olleta. También vale la pena aclarar que si alguna vez les ocurre, no intenten lavar la olleta ya que esta queda de pérdida total.

Volviendo al tema de la relación entre el hombre y la cocina, esta relación es más amplia a partir de los hombres de mi generación, ya que personas como mi papa… apenas manejan el microondas, o hacen un huevo revuelto en una cacerola. (Aclaro que puede haber hombres que saben algo más, pero estadísticamente son menos).

Primero que todo ¿por qué a los hombres de mi edad nos intereso el fascinante mundo de la química gastronómica? … primero por subsistencia, y segundo porque por alguna razón que no entiendo aun, algunas mujeres hoy en día se interesan más en que su novio sepa cocinar, a que ellas mismas aprendan a hacerlo. Y pues el arte de cocinar, hace que de alguna forma seamos más interesantes o por lo menos eso dicen ellas.

Por subsistencia, porque a partir de nuestra generación somos más los hombres que no teníamos a nuestras adoradas madres cocinándonos todos los días… de esta forma evolucionamos a la primera etapa del hombre cocinero la cual llamaría el Cocinero de apartamento de soltero. Esta nueva especie de hombre es la que inicia por la química de los fritos. Carne frita, Papas Fritas, Huevos revueltos. (No hablo de Huevos fritos, porque eso requiere un poco más de práctica y agilidad a la hora de romper el huevo sin que se le rompa la yema), y en general cualquier tipo de comida que se pueda fritar o que este lista para calentar en un micro.

Y créanme es todo un arte hacer Pop Corn en el microondas sin que se les queme, pero dejando que quede en su punto todos los granos; ya que las instrucciones hablan de 3.5 Min pero eso depende del micro… lo que requiere la habilidad auditiva, de saber o contar hasta que el último grano quede listo.


Bueno la segunda etapa es la que llamaría intermedia entre los dos motivos principales para aprender a cocinar Subsistencia y Mujeres. Y es cuando el hombre de alguna forma se da cuenta que nadie le va a cocinar de la forma como lo hace la mama, si digamos la verdad!!! No hay mejor cocina que el hotel Mama o Abuela. Ante esta preocupación solo hay una solución posible, la cual es aprender las recetas de la mama, por eso en esta etapa vemos o preguntamos como y porque se debe cortar, pelar, sazonar de X o Y forma.

Tambien en esta etapa aprendemos a hacer los frijoles con chicharrón de los domingos, el sudado trifásico, aprendemos a hacer arroz con y sin olla arrocera, profundizamos en el peligroso manejo de la olla a presión. (De la cual siempre hemos escuchado que son más peligrosas que un cilindro bomba), pasamos del micro al horno eléctrico o de gas.

Aprendemos a hacer papas saladas, a cortar papas para fritar sin depender de la Rapipapa, aprendemos a picar bien el tomate y la cebolla. Y sobre todo aprendemos a hacer pasta, raviolis o lasaña, que no es más que la bienvenida a la tercera etapa en la que cocinamos para conquistar.


Y si es para conquistar, porque las mujeres dicen que les gustan los hombres que saben cocinar; puede ser porque les halaga que alguien se esmere en preparar con sus manos algo especial para ellas, o porque como parte de su proceso de evolución no quieren en un futuro ser las únicas que cocinen en la casa. Y digamos la verdad, si alguna vez insinuamos que cierta comida que hacía nuestra mama eran deliciosa, ellas guardaran un silencio cómplice, y con la mirada nos dirán pues cocínela usted.

Algunos se preguntaran porque no se puede cocinar en la primera o en la segunda etapa, y es claro que una cena romántica con frisoles con chicharrón no funcionan, y menos un aniversario con carne y Rapipapa. Por eso este arte nos exige un esfuerzo adicional y es aprender platos sofisticados, debemos pasar de los huevos revueltos al omelette, pasar de la carne frita al un lomo en salsa de vino, y claro debemos pasar de la cerveza que acompaña el asado, o de la Colombiana que acompaña unos frijoles, al vino… y no cualquier vino… se debe saber de vinos, pero eso es otro cuento mucho más complicado.


En esta etapa empezamos a ver canales como Casa Club o estos programas de Utilísima o de Discovery en que salen con unos platos sofisticados de una forma muy sencilla (a mí la verdad me gusta uno de una china que enseña comida wok, o de un niño como venezolano que cocina como sencillo).


Para finalizar, la verdad me gusta el viejo adagio de que al hombre se le conquista con la comida… y si es cierto que a las mujeres les gusta que nosotros sepamos cocinar. Nada perdemos con aprender una que otra receta, y si al final no somos aptos para esta química tan avanzada siempre tendremos a crepes and wafles, Wok, 1942, San Isidro… o algún otro restaurante sofisticado o siempre tendremos las pastas para que nos ayude en la ardua tarea de hacerlas felices y conquistarlas.


Comentario Adicional:
En muchos restaurantes se volvió una moda almorzar calentado, recomiendo el de Dinner, por lo que esto amplia nuestras posibilidades a la hora de invitar a una mujer a almorzar. Ahí lo importante es el plato en que se sirva y la presentación. Al final todo entra por los ojos o no?

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